Some background, my passion and how it led me to traveling.

The “Dream” (Or a Trap?)

Growing up I observed our society. A society where the norm is: you are born, you grow up, you get an education, you get a job, have a family and become a slave to your job to maintain that white picket fence lifestyle, The American Dream.

I am a Colombian-American. I am the Daughter of two hard working immigrant parents that came to the States to follow that dream. As illegal immigrants they were overworked, underpaid and abused. Over the years I saw them become a slave to this never-ending “dream”, just to give me an easier route to reach that white picket fence. Thanks to their sacrifices and to this country’s opportunities I have lived a life more privileged than they ever did, and cannot put into words the gratitude I feel.

I started working at age 16, and by age 20 I scored an amazing job where I would stay for the next 6 years, climbing the corporate ladder without even having a degree. I traded my time, my peace, my quality of life, and even relationships for a fat paycheck. I was living in an amazing place, always driving the latest model car, eating at the best restaurants, had so much clothes, that I couldn’t even go thru wearing them all, and all my leftover money went to watches, purses and shoes. I was content, without realizing I was just digging a hole into a lifestyle of working too much, making a lot and spending even more. Before I knew it, I was trapped in that cycle. But I was happy… right? Well, the cage can be made of gold, but a bird who enjoys his cage still isn’t free.

A Passion

I have always been fascinated by nature and science. Then by a beautiful accident, the universe led me to geology after pursuing engineering for many years. As I completed this degree I couldn’t help but to become infatuated with everything earth related. From the living creatures to earth’s natural processes, to how damn little and insignificant our existence on earth, as a species, really is. It’s like the love for earth sciences was always there, i just never fed that passion.

Then one day I felt an urge to fill all of my free time with more knowledge. Instead of reading my usual fiction novels,I switched to science books, (shout out to my favorite book that I annoyingly  recommend to anyone I have the chance to, A Short Story of Nearly Everything by Bill Bryson). I laid off Spotify and filled my hours in traffic listening to The Minimalists podcast and instead of watching rom-coms on Netflix, I started watching earth and science documentaries. In particular a Netflix series called “Life” which is National Geographic on steroids. One day I had it playing in the background as I did some laundry and my eyes all of a sudden got glued to this particular episode, filmed in Zambia. The luscious greens, the real wilderness, the untouched savannahs and the never ending pastures, where no physical borders existed in between all the wildlife.

Travel

“I’m going there!” And by the end of that week, I had a flight purchased. I was 25 and had never had the desire to travel. I hadn’t even visited Mexico, which is a 2 hour flight from Houston! On top of that I worked a job where it was frowned upon to take more than a week of vacation at a time. That was my gold cage, and this trip would give me the first glance of freedom outside of the white picket fence lifestyle I’d been chasing for years. As if the idea in it itself wasn’t crazy enough, I was flying solo to Africa.

Mi Primer Blog Post

Mi historia, mi pasión y como llegué a viajar.

“El Sueño” (O La Trampa?)

Al crecer, observaba nuestra sociedad. Una sociedad donde el orden de la vida es nacer, crecer, graduarte, buscar empleo, tener familia y volverte un esclavo de tu laburo para mantener el estilo de vida de la casa con una cerca blanca, un gran antejardín, una familia feliz y que no falte el golden retriever. El sueño Americano.

Soy Colombo-Americana. Hija de dos inmigrantes muy trabajadores, que llegaron a los Estados Unidos buscando ese sueño. Como muchos inmigrantes ilegales, se aprovechaban de ellos, trabajaban en exceso y con mal pago. Con los años pude ver como eran esclavos de este sueño que no tenía fin. Todo esto con el fin de facilitarnos, a mi hermano y a mí, el camino a esa añorada cerca blanca. Gracias a sus sacrificios y a las grandes oportunidades que nos ofrece este país, he podido vivir una vida privilegiada, que mis padres nunca pudieron tener. Esa gratitud que siento es imposible ponerla en palabras.

Comencé a trabajar a los 16 años. A los 20 conseguí un “puestaso” donde me quedaría los próximos 6 años de mi vida. Comencé a ascender en la empresa a muy temprana edad sin la necesidad de un título universitario. Pronto fui intercambiando mi tiempo, mi paz, mi calidad de vida y hasta mis relaciones por un gran cheque cada quincena. Vivía en un lujo de apartamento, siempre manejaba carros del año, cenaba en los mejores restaurantes, tenia mas ropa, de la que me podía poner, y lo que me sobraba iba a bolsos, relojes y zapatos. Estaba satisfecha, sin darme cuenta que estaba cavando un hueco en un estilo de vida donde trabajaba de más, ganaba bien, y gastaba aun más. Sin poderlo evitar, fui atrapada en ese cyclo. Pero estaba feliz…. No? La jaula puede estar hecha de oro, pero el pájaro que goza dentro de su jaula, sigue estando sin libertad.

Una Pasion

Siempre me fascino la naturaleza y la ciencia. Por cosas del destino, el universo me llevó a estudiar geología, despues de anos de perseguir un título de ingeniería. Mientras estudiaba esa carrera no podía evitar enamorarme de todo lo que tuviera que ver con nuestro planeta. Desde su variedad de especies y seres vivos, los procesos terrestres, y que tan insignificante puede ser nuestra existencia, como especie. Es como si el amor y la curiosidad por la ciencia siempre hubiera estado presente, pero nunca alimentaba esa pasión.

Hubo un momento en que se me alboroto un apetito por saber y educarme más de lo que ya aprendia en la universidad. Deje de leer mis novelas de ficción, y las cambie por libros de ciencia y historia (shout out a mi libro favorito, A Short Story of Nearly Everything de Bill Bryson, que fastidiosamente se lo recomiendo a todo el mundo). Deje de escuchar Spotify , y llene mis horas en el tráfico, escuchando el podcast, The Minimalists. Y el poco TV y Netflix que veía, lo cambie por documentales de ciencia. En especial una serie de Netflix llamada “Life” que es National Geographic en esteroides. Un dia lo tenia puesto mientras doblaba mi ropa, y en el momento que mire la pantalla no pude despegar mis ojos de ella. Era un episodio filmado en Zambia. La exquisita vegetación, los sonidos de la naturaleza, el verdor sin fin de la sabana Africana, donde no existían fronteras entre la fauna silvestre.

Aventura

“Voy a ir!” A finales de esa semana ya había comprado mi vuelo. Tenía 25 años y nunca antes había tenido ganas de viajar. Ni Siquiera había ido a México que quedaba 2 horas de Houston! Encima de eso, trabajaba en un lugar donde era mal visto tomarse más de una semana de vacaciones seguidas. Era ese trabajo mi jaula de oro. Este viaje me abriria los ojos a la libertad por fuera del estilo de vida de la “casa con cerca blanca” que venía persiguiendo por años. Como si la idea de viajar a África no fuera una locura en si, viajaria sola.